DÉCADA 1960
A pesar de las dificultades de abastecimiento de materias primas la empresa siguió creciendo a buen ritmo. Esta realidad obligó a iniciar un ambicioso proyecto de construcción de una nueva factoría en las afueras de Ripoll con un gran espacio destinado a la fundición de hierro y aluminio cuya primera fase culminaría 1962.
Nuevos productos seguían dando impulso a la empresa: la serie extra ventilada TET, nuevos centrífugos de media presión CBT, ventiladores para la industria frigorífica VFM y una primera incursión en ventilación de baños y cocinas con los CDB-95 y 150. Uno de los productos pioneros que contribuyó en gran manera a poner los cimientos de Soler & Palau, el HBT, recibiría el reconocimiento del Delta de Oro al diseño Industrial.
En 1963, en pleno auge de crecimiento, se decidió construir en Ripoll dos edificios destinados a viviendas. Éstas se cedieron en muy buenas condiciones a los empleados de la empresa que las solicitaron.
En 1967 cambiaba el logotipo de la compañía con la inclusión del recuadro exterior.
En 1969 se construía la planta Puigmal a la que se trasladaron todos los procesos de fabricación y las oficinas. El antiguo edificio se destinó exclusivamente a fundición.
En este mismo año el creciente parque de aparatos en el mercado impulsó la creación de la primera red de servicios post venta de S&P. El alcance de la red era de 13 ciudades españolas más la ciudad de Oporto en Portugal. El nuevo servicio garantizaba la reparación contra defectos de fabricación y materiales “sin cargo y sine die”.
Nuevos productos seguían surgiendo del departamento de diseño: la gama HPM para aplicaciones domésticas, los centrífugos COT y las series helicoidales HXT y HMT.
A finales de los 60 se montó el primer túnel aerodinámico en la nueva fábrica y los catálogos empezaron a incluir curvas de prestaciones.
También en esta época y para garantizarse mano de obra cualificada en un futuro que se percibía de gran expansión, Soler & Palau fundó dentro de la propia empresa una Escuela de Formación Profesional.
Al concluir esta década, la empresa contaba con 467 empleados y facturaba 236 millones de pesetas (1,4 millones de euros).